20 de diciembre de 2024
Este viernes y a poco menos de un mes para el juramento de un nuevo mandato, Nicolás Maduro anunció la implementación de una reforma constitucional con el objetivo de “consolidar la soberanía popular” en Venezuela.
La medida fue presentada en un acto político transmitido por televisión, como parte de los preparativos para la toma de posesión programada para el 10 de enero.
En la instancia, el líder chavista declaró: “he conformado un equipo con grandes asesores internacionales y nacionales para pensar junto a nuestro pueblo en una gran reforma constitucional que democratice aún más la sociedad venezolana”.
No obstante lo anterior, los detalles específicos de esta iniciativa aún no han sido revelados, dejando a la oposición y a analistas internacionales especulando sobre sus posibles implicaciones.
Cabe recordar, que este movimiento político no es nuevo para su sector, que ya utilizó estrategias similares en el pasado para enfrentar crisis de popularidad y consolidar su permanencia en el poder.
En 2017, el Mandatario convocó a una Asamblea Constituyente con el argumento de pacificar el país, que en ese entonces enfrentaba intensas protestas que exigían su salida y denunciaban la persecución de fuerzas opositoras.
La Asamblea Constituyente, que se autodeclaró plenipotenciaria, cesó sus actividades en 2020 sin haber modificado la Constitución, aunque sí aprobó normativas como la ley contra el odio, utilizadas para consolidar el control político. Según analistas, la maniobra buscaba contrarrestar al Parlamento, que contaba con mayoría opositora tras las elecciones.
Con todo, el anuncio de Maduro ocurre en un contexto marcado por la incertidumbre sobre su continuidad, la proclamación de Edmundo González Urrutia como candidato opositor y el inicio de una nueva etapa en el prolongado conflicto político venezolano.