Un verdadero hito para la ingeniería espacial. Poco antes de las 7.30 hora local del domingo (12.30 GMT), desde la plataforma de lanzamiento de Boca Chica (Texas), SpaceX lanzó el Starship en el quinto vuelo de prueba. El megacohete logró poner en órbita el módulo principal con la ayuda de los 39 motores Raptor de su primera fase, que, en un hecho sin precedentes, regresó desde la estratosfera, realizó una desaceleración controlada y se posó en la misma plataforma de lanzamiento. Luego, los ‘chopsticks’ (palillos) atraparon esa parte de la nave para volver a usarla. Esta quinta prueba del Starship, que pesa unas 5.000 toneladas, consiguió poner en órbita el módulo y probar un sistema que usa el sistema de comunicación Starlink para, por vez primera, mantener comunicación con el módulo orbital en la fase de reentrada, algo que hasta ahora ningún vuelo espacial ha conseguido. El módulo orbital consiguió sobrevivir a las presiones y las temperaturas extremas de la reentrada y amerizó de manera controlada y «suave» en un punto predefinido en el océano Índico una hora después del lanzamiento, aunque explotó, algo que estaba previsto. Un paso más para la carrera espacial El Starship quiere convertirse en el primer servicio privado que llegue a la Luna y Marte y establezca presencias permanentes y colonias en esos planetas, una visión repetida y considerada viable por su fundador, el magnate Elon Musk. El proceso por el que el «booster» o propulsor de Starship consiguió aterrizar este domingo por primera vez es similar al del cohete Falcon 9, también de SpaceX, un sistema comercial de puesta en órbita mucho más pequeño y pensado, en general, para misiones en órbita terrestre con una ratio de éxito de más del 95 %.
La Generación X, aquellos nacidos entre 1965 y 1980, ha experimentado una transformación única en la forma en que interactuamos con la tecnología. Desde los walkmans de Sony, los discos de vinilo, los cassettes, la televisión sin control remoto y los teléfonos de línea hasta las computadoras personales, los smartphones y el streaming, esta generación ha sido testigo de cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas. En la época de lo analógico, interactuar con la tecnología requería un esfuerzo físico. Tenías que rebobinar un cassette o cambiar un disco de vinilo para escuchar música. Para cambiar de canal en la televisión, tenías que levantarte y hacerlo manualmente. La comunicación a larga distancia se limitaba a cartas o llamadas telefónicas costosas. Hoy en día, con la tecnología digital, tenemos acceso instantáneo a una gran cantidad de información y entretenimiento con solo unos pocos clics. Podemos comunicarnos con personas en cualquier parte del mundo en tiempo real y tenemos acceso a una amplia variedad de herramientas y plataformas que nos permiten crear, compartir y consumir contenido. Pero esta transición no ha sido solo una cuestión de comodidad. También ha cambiado la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. La tecnología digital nos ha brindado nuevas formas de conectarnos, aprender y expresarnos. La Generación X tiene una perspectiva única sobre esta transición. Han experimentado tanto el mundo analógico como el digital y pueden aportar una valiosa perspectiva sobre cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas. Líderes como Bill Gates, Steve Jobs y Elon Musk, todos miembros de la Generación X, han desempeñado un papel fundamental en impulsar esta transformación. En resumen, haber vivido la transición de lo analógico a lo digital ha sido una experiencia única para la Generación X. Al compartir sus experiencias y aprender de las generaciones posteriores, podemos obtener una comprensión más profunda de cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas y cómo podemos aprovecharla al máximo.
La llamada generación Alfa, compuesta por niños y jóvenes nacidos a partir de 2010, es la primera en crecer inmersa en un entorno completamente digital, interactuando desde sus primeros días con tecnologías avanzadas como smartphones, redes sociales e inteligencia artificial, lo que ha influido significativamente en la forma en que aprenden, socializan y perciben el mundo. “La generación Alfa es la primera que desconoce por completo la tecnología analógica como las fuentes de sonido por cinta magnética (cassette) o las películas en formato, experimentado el mundo a través de las pantallas de distintos dispositivos, lo que tiene implicancias sociales”, explica Reinaldo Marfull, asesor de Aprendizaje Digital de Cognita Chile, red internacional que cuenta con 17 colegios a lo largo de nuestro país. El profesional ejemplifica que, para estos niños y jóvenes, las interacciones remotas con otras personas son tan reales como las presenciales. “ Para esta generación, el espacio presencial y el virtual se presentan en un mundo donde se transita fluidamente entre ambos”. Esto porque no tienen que esperar la disponibilidad de otros para comunicarse, pues las interacciones asincrónicas abrieron la posibilidad de conversar cuando cada cual lo desea. “ Esta interacción asincrónica puede girar en torno a grabaciones de voz, audiovisuales, fotografías, entre otros recursos que enriquecen esta comunicación, realidad que permite desarrollar amistades en redes sociales a las cuales nunca podrían haber conocido en persona, junto a códigos de comportamiento en los espacios digitales que escapan de la comprensión de las generaciones previas ”, indica Marfull En este escenario, el modelo de aprendizaje requiere de una intervención de los educadores orientada al logro de experiencias interactivas, colaborativas y creativas, es decir, el concepto clave que emerge espontáneamente es la innovación. Un gran desafío para los padres y los colegios, donde los docentes han debido adaptarse a estas nuevas necesidades y capacitarse en esta mirada holística de la enseñanza. Asimismo, los padres deben habituarse a usar la tecnología de una manera segura, responsable, ética y funcional. “Son los adultos quienes deben ser ejemplo del uso saludable y equilibrado de la tecnología, fomentar actividades al aire libre, e inculcar la conciencia y responsabilidad por el cuidado del planeta, la lectura de libros físicos, interacciones presenciales, e incorporar experiencias que no dependan exclusivamente de la tecnología, a fin de que puedan “conectar” con el mundo real y desarrollar otras destrezas motoras y emocionales, considerando la sobreestimulación y sobreexposición a las pantallas que ha tenido desde que nacieron”, explica Soledad Casal, psicóloga y coordinadora del programa Desarrollando Líderes Inspiradores de la red Cognita. Y es que para “conectar”, como expresa la especialista, la educación actual debe integrar las emociones y otras competencias que moldeen e incidan en su modo de aprender, socializar, conocer y percibir el mundo. “ Los niños, niñas y adolescentes de la generación Alfa deben desarrollar o potenciar habilidades que les permitan manejar eficazmente sus emociones, interactuar de manera efectiva con los demás y adaptarse a distintas situaciones”, complementa Soledad, quien además expresa que es un deber fundamental de las escuelas el integrar la educación emocional y social en el currículo, “a través de programas que promuevan la adaptación a un presente en constante cambio y a un futuro incierto, trabajando en forma conjunta y alineada con las familias”. Para ello, entrega algunos puntos clave en el desarrollo emocional en un mundo digital de la generación Alfa. - Conciencia de sí mismos : reconocer y entender con exactitud sus valores, fortalezas, desafíos y emociones, lo cual les permita ser fieles a su identidad y tomar decisiones que vayan en línea con ella. - Autocontrol : gestionar eficazmente sus emociones, conductas e impulsos ante diversas situaciones, enfrentando de una manera adaptativa el estrés, la ansiedad, la frustración y las presiones del ambiente. - Empatía : entender y compartir los sentimientos de los demás, siendo más comprensivos y solidarios en sus interacciones. - Resiliencia y flexibilidad : adaptarse y salir fortalecido ante la adversidad y el cambio, con optimismo y determinación, en un mundo dinámico e incierto. - Sinergia y trabajo en equipo: interactuar con otros de forma genuina, aportando, compartiendo ideas, valorando y aprovechando las diferencias y estando abiertos a la influencia de los demás, a fin de generar nuevos enfoques de conocimiento y creatividad. - Resolución de conflictos: negociar buscando el beneficio mutuo y dialogar de manera constructiva, desde una escucha empática y comunicación asertiva. - Toma de decisiones responsable: esta habilidad requiere que seamos capaces de prever las consecuencias de nuestras decisiones y acciones, y cómo estas impactan a nivel del bienestar de uno mismo y de los otros.
Un verdadero hito para la ingeniería espacial. Poco antes de las 7.30 hora local del domingo (12.30 GMT), desde la plataforma de lanzamiento de Boca Chica (Texas), SpaceX lanzó el Starship en el quinto vuelo de prueba. El megacohete logró poner en órbita el módulo principal con la ayuda de los 39 motores Raptor de su primera fase, que, en un hecho sin precedentes, regresó desde la estratosfera, realizó una desaceleración controlada y se posó en la misma plataforma de lanzamiento. Luego, los ‘chopsticks’ (palillos) atraparon esa parte de la nave para volver a usarla. Esta quinta prueba del Starship, que pesa unas 5.000 toneladas, consiguió poner en órbita el módulo y probar un sistema que usa el sistema de comunicación Starlink para, por vez primera, mantener comunicación con el módulo orbital en la fase de reentrada, algo que hasta ahora ningún vuelo espacial ha conseguido. El módulo orbital consiguió sobrevivir a las presiones y las temperaturas extremas de la reentrada y amerizó de manera controlada y «suave» en un punto predefinido en el océano Índico una hora después del lanzamiento, aunque explotó, algo que estaba previsto. Un paso más para la carrera espacial El Starship quiere convertirse en el primer servicio privado que llegue a la Luna y Marte y establezca presencias permanentes y colonias en esos planetas, una visión repetida y considerada viable por su fundador, el magnate Elon Musk. El proceso por el que el «booster» o propulsor de Starship consiguió aterrizar este domingo por primera vez es similar al del cohete Falcon 9, también de SpaceX, un sistema comercial de puesta en órbita mucho más pequeño y pensado, en general, para misiones en órbita terrestre con una ratio de éxito de más del 95 %.
La Generación X, aquellos nacidos entre 1965 y 1980, ha experimentado una transformación única en la forma en que interactuamos con la tecnología. Desde los walkmans de Sony, los discos de vinilo, los cassettes, la televisión sin control remoto y los teléfonos de línea hasta las computadoras personales, los smartphones y el streaming, esta generación ha sido testigo de cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas. En la época de lo analógico, interactuar con la tecnología requería un esfuerzo físico. Tenías que rebobinar un cassette o cambiar un disco de vinilo para escuchar música. Para cambiar de canal en la televisión, tenías que levantarte y hacerlo manualmente. La comunicación a larga distancia se limitaba a cartas o llamadas telefónicas costosas. Hoy en día, con la tecnología digital, tenemos acceso instantáneo a una gran cantidad de información y entretenimiento con solo unos pocos clics. Podemos comunicarnos con personas en cualquier parte del mundo en tiempo real y tenemos acceso a una amplia variedad de herramientas y plataformas que nos permiten crear, compartir y consumir contenido. Pero esta transición no ha sido solo una cuestión de comodidad. También ha cambiado la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. La tecnología digital nos ha brindado nuevas formas de conectarnos, aprender y expresarnos. La Generación X tiene una perspectiva única sobre esta transición. Han experimentado tanto el mundo analógico como el digital y pueden aportar una valiosa perspectiva sobre cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas. Líderes como Bill Gates, Steve Jobs y Elon Musk, todos miembros de la Generación X, han desempeñado un papel fundamental en impulsar esta transformación. En resumen, haber vivido la transición de lo analógico a lo digital ha sido una experiencia única para la Generación X. Al compartir sus experiencias y aprender de las generaciones posteriores, podemos obtener una comprensión más profunda de cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas y cómo podemos aprovecharla al máximo.
La llamada generación Alfa, compuesta por niños y jóvenes nacidos a partir de 2010, es la primera en crecer inmersa en un entorno completamente digital, interactuando desde sus primeros días con tecnologías avanzadas como smartphones, redes sociales e inteligencia artificial, lo que ha influido significativamente en la forma en que aprenden, socializan y perciben el mundo. “La generación Alfa es la primera que desconoce por completo la tecnología analógica como las fuentes de sonido por cinta magnética (cassette) o las películas en formato, experimentado el mundo a través de las pantallas de distintos dispositivos, lo que tiene implicancias sociales”, explica Reinaldo Marfull, asesor de Aprendizaje Digital de Cognita Chile, red internacional que cuenta con 17 colegios a lo largo de nuestro país. El profesional ejemplifica que, para estos niños y jóvenes, las interacciones remotas con otras personas son tan reales como las presenciales. “ Para esta generación, el espacio presencial y el virtual se presentan en un mundo donde se transita fluidamente entre ambos”. Esto porque no tienen que esperar la disponibilidad de otros para comunicarse, pues las interacciones asincrónicas abrieron la posibilidad de conversar cuando cada cual lo desea. “ Esta interacción asincrónica puede girar en torno a grabaciones de voz, audiovisuales, fotografías, entre otros recursos que enriquecen esta comunicación, realidad que permite desarrollar amistades en redes sociales a las cuales nunca podrían haber conocido en persona, junto a códigos de comportamiento en los espacios digitales que escapan de la comprensión de las generaciones previas ”, indica Marfull En este escenario, el modelo de aprendizaje requiere de una intervención de los educadores orientada al logro de experiencias interactivas, colaborativas y creativas, es decir, el concepto clave que emerge espontáneamente es la innovación. Un gran desafío para los padres y los colegios, donde los docentes han debido adaptarse a estas nuevas necesidades y capacitarse en esta mirada holística de la enseñanza. Asimismo, los padres deben habituarse a usar la tecnología de una manera segura, responsable, ética y funcional. “Son los adultos quienes deben ser ejemplo del uso saludable y equilibrado de la tecnología, fomentar actividades al aire libre, e inculcar la conciencia y responsabilidad por el cuidado del planeta, la lectura de libros físicos, interacciones presenciales, e incorporar experiencias que no dependan exclusivamente de la tecnología, a fin de que puedan “conectar” con el mundo real y desarrollar otras destrezas motoras y emocionales, considerando la sobreestimulación y sobreexposición a las pantallas que ha tenido desde que nacieron”, explica Soledad Casal, psicóloga y coordinadora del programa Desarrollando Líderes Inspiradores de la red Cognita. Y es que para “conectar”, como expresa la especialista, la educación actual debe integrar las emociones y otras competencias que moldeen e incidan en su modo de aprender, socializar, conocer y percibir el mundo. “ Los niños, niñas y adolescentes de la generación Alfa deben desarrollar o potenciar habilidades que les permitan manejar eficazmente sus emociones, interactuar de manera efectiva con los demás y adaptarse a distintas situaciones”, complementa Soledad, quien además expresa que es un deber fundamental de las escuelas el integrar la educación emocional y social en el currículo, “a través de programas que promuevan la adaptación a un presente en constante cambio y a un futuro incierto, trabajando en forma conjunta y alineada con las familias”. Para ello, entrega algunos puntos clave en el desarrollo emocional en un mundo digital de la generación Alfa. - Conciencia de sí mismos : reconocer y entender con exactitud sus valores, fortalezas, desafíos y emociones, lo cual les permita ser fieles a su identidad y tomar decisiones que vayan en línea con ella. - Autocontrol : gestionar eficazmente sus emociones, conductas e impulsos ante diversas situaciones, enfrentando de una manera adaptativa el estrés, la ansiedad, la frustración y las presiones del ambiente. - Empatía : entender y compartir los sentimientos de los demás, siendo más comprensivos y solidarios en sus interacciones. - Resiliencia y flexibilidad : adaptarse y salir fortalecido ante la adversidad y el cambio, con optimismo y determinación, en un mundo dinámico e incierto. - Sinergia y trabajo en equipo: interactuar con otros de forma genuina, aportando, compartiendo ideas, valorando y aprovechando las diferencias y estando abiertos a la influencia de los demás, a fin de generar nuevos enfoques de conocimiento y creatividad. - Resolución de conflictos: negociar buscando el beneficio mutuo y dialogar de manera constructiva, desde una escucha empática y comunicación asertiva. - Toma de decisiones responsable: esta habilidad requiere que seamos capaces de prever las consecuencias de nuestras decisiones y acciones, y cómo estas impactan a nivel del bienestar de uno mismo y de los otros.