27 de julio de 2023
Uno de los grandes desafíos que actualmente enfrenta la minería tanto en Chile como a nivel mundial en el siglo XXI, se refiere a cómo desarrollar de manera sustentable la industria, tanto a nivel económico como social, sin poner el riesgo a las futuras generaciones, respetando y protegiendo al medio ambiente y que a la vez sea en colaboración con las comunidades locales.
Al respecto y como una forma de alcanzar esta meta, resaltan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas, que entre sus planes están el erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos a mediano plazo. De forma similar desde la industria privada han surgido criterios tales como los denominados ESG (Ambientales, sociales y de gobierno corporativo por sus siglas en inglés), aunque organismos de cooperación internacional, tales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han resaltado la importancia de que dichos criterios estén bien formulados y que sus metodologías sean transparentes e imparciales.
En el caso de nuestro país y de la minería en particular, donde operan las más grandes compañías de este rubro a nivel planetario, el Gerente de Ventas a la vertical de Recursos Naturales y Minería de Adexus, Mauricio Andonie explica que “la industria en Chile ha adoptado varias prácticas y estándares que se utilizan a nivel mundial y se han llevado a cabo en Chile como lo son; la Gestión Ambiental, Responsabilidad Social, Salud y Seguridad Ocupacional, Transparencia y Gobierno Corporativo, e innovación y Tecnologías 4.0 por mencionar las más importantes”.
Qué se está haciendo en Chile con miras a la minería sustentable
De acuerdo con los principios de la Política Nacional Minera 2050 elaborada por el Ministerio de Minería en 2022, se define como sustentable a aquella minería que entiende y asume los cambios necesarios para respetar la naturaleza y el medioambiente, conservando y recuperando la biodiversidad y que se proyecta hacia el futuro pensando en las próximas generaciones.
Esta política, entre varios puntos, propone eliminar los relaves críticos a 2030 y no superar el 5% de agua continental de las aguas totales utilizadas por la industria al 2040, dando énfasis a otras fuentes que no compitan con el consumo humano y el alcanzar estándares internacionales en sustentabilidad y responsabilidad con el medioambiente en fundiciones y refinerías del país al 2030, entre otros.
Oportunidades y riesgos
Al mismo tiempo, la ejecución de estas medidas presenta grandes posibilidades para la industria local. Andonie comenta acerca de esto que “La minería sustentable presenta oportunidades para el desarrollo de las regiones y del país en su conjunto, pero también implica desafíos que deben ser abordados para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo. Con respecto a lo primero están dadas en la generación de empleo y mano de obra directa, en el desarrollo de la infraestructura, en el campo de las energías renovables no convencionales limpias, fortalecer la economía local a través de pago de impuestos limpios o Royalty y la transferencia tecnológica y conocimiento”.
A su vez el experto se refiere a otros factores que también deben ser considerados “la industria minera enfrenta riesgos significativos relacionados con el impacto ambiental de las operaciones, así como los factores sociales, que pueden generar conflictos con las comunidades locales. A ello se suman temas regulatorios tales como los cambios en la legislación y las políticas gubernamentales y por último en los precios de los minerales, ya que el sector está sujeto a la volatilidad de los precios de los minerales en los mercados internacionales.
Sobre esto último, Andonie agrega “los cambios en los precios de los minerales pueden tener un impacto significativo en la rentabilidad de las empresas y en la economía del país en general, especialmente si el país depende en gran medida de su exportación”.