30 de julio de 2023
En un mundo donde el éxito a menudo se mide en términos de recompensas tangibles y reconocimientos externos, existe un ingrediente secreto que impulsa a las personas a alcanzar su máximo potencial: la motivación intrínseca.
Este poderoso motor interno es el combustible que enciende la pasión, la persistencia y el deseo de crecimiento personal y profesional, llevando a individuos y organizaciones a prosperar en la búsqueda de una meta común.
¿Qué es la motivación intrínseca?
En algún momento, a todos se nos asigna un trabajo que encontramos tedioso, irrelevante, incómodo o demasiado difícil. Si no descubrimos cómo convertir estas actividades en problemas interesantes y desafiantes, nos esforzaremos lo mínimo por completar esas tareas, lo que saboteará nuestro éxito y crecimiento en el trabajo.
Parece que esto tiene una explicación científica. Nuestro cerebro nos recompensa cuando gastamos energía mental en expandirnos, en aprender cosas nuevas o adquirir nuevos conocimientos. Pero nos recompensa aún más si la conservamos, razón por la que nos cuesta realizar actividades que no despiertan inmediatamente nuestra curiosidad.
Una habilidad que puede ayudarnos a conseguirlo es la motivación intrínseca. Es el impulso interno que lleva a una persona a realizar una actividad o tarea por la satisfacción que le genera, en lugar de buscar recompensas externas o evitar castigos. En otras palabras, es cuando alguien se siente motivado para hacer algo simplemente porque le resulta interesante, desafiante o gratificante en sí mismo.
La motivación intrínseca está estrechamente relacionada con la pasión, la curiosidad y el deseo de aprender, y suele ser un factor clave en el éxito y la persistencia en tareas y proyectos a largo plazo.
Cómo puedo despertar la motivación intrínseca
Las tareas que se nos asignan en el trabajo suelen ser una pequeña parte de la solución a un problema mayor o un paso en el camino hacia la meta final. Harvard Business Review señala que tener en mente que esa actividad es indispensable para un objetivo más importante puede ayudarnos a despertar nuestra motivación intrínseca. Al trabajar en pos de objetivos significativos, las personas se sentirán más comprometidas y motivadas para dar lo mejor de sí mismas.
Imagínate que te piden que ordenes alfabéticamente una hoja de cálculo con cientos de datos. Horas y horas invertidas en un trabajo mecánico y repetitivo. Aburrido, ¿verdad? Pero, gracias a todo ese tiempo, la información será mucho más accesible para las personas de tu empresa. Un trabajo útil que suma eficiencia y comodidad al resto de compañeros. Digamos que nuestra tediosa tarea sirve para un bien mayor. Los expertos señalan que cuando adjudicamos un propósito a nuestras tareas, estas cobran relevancia e interés.
Otra forma de hacer que una tarea sea más interesante es cambiar su enfoque. Como somos criaturas que ahorran energía, a menudo dejamos de desafiarnos a nosotros mismos y empezamos a realizar las tareas de la misma manera repetidamente por costumbre. Esto lleva al aburrimiento porque, con el tiempo, las tareas se vuelven menos desafiantes.
Convertir las frustraciones en soluciones
Es normal sentirse frustrado de vez en cuando en el trabajo. Pero dejar que los sentimientos negativos nos abrumen es la kriptonita de la motivación intrínseca y, en última instancia, impedirá que alcancemos nuestros objetivos.
Nuestros recursos emocionales tienen una función de supervivencia, pero también de desarrollo y crecimiento. Por supuesto, tienes todo el derecho a sentirte frustrado por cómo están las cosas. A quién le gusta pasar el tiempo resolviendo problemas y lidiando con tareas que no le interesan. Pero ¿es el enfoque correcto? ¿O se vuelven aún más insoportables a medida que aumentan nuestros sentimientos negativos?De acuerdo con los estudios, los pensamientos y sentimientos negativos, cuando no se controlan, ralentizan el cerebro, aumentan los niveles de estrés y dificultan la resolución de los problemas. Por eso es importante aprender habilidades relacionadas con la regulación emocional.
La regulación emocional es la capacidad para manejar las emociones a nuestro favor. Abarca desde repensar una situación desafiante para reducir la ira o la ansiedad u ocultar signos visibles de tristeza o miedo, hasta enfocarse en razones para sentirse feliz o tranquilo. No significa suprimir o evitar las emociones. Si no, más bien, tratar de desarrollar las habilidades de regulación emocional para influir en las emociones que sientes y en cómo las expresas.
Las recompensas externas solo nos pueden ayudar hasta cierto punto. No podemos vivir siempre de las valoraciones de los demás y, por supuesto, no podemos hacer que nuestras emociones dependan de esto. La motivación intrínseca, por otro lado, evoluciona con nosotros a medida que crecemos y nos ayuda a desarrollar nuestros propios incentivos para hacer un buen trabajo.