16 de octubre de 2023
Estos avances tecnológicos surgen a raíz del bombardeo a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, suceso que puso en evidencia la vulnerabilidad de estas infraestructuras críticas.
Los ejercicios, denominados Dynamic Messenger 23 y REPMUS 23, están siendo llevados a cabo cerca de la costa portuguesa con la colaboración de catorce miembros de la OTAN, incluyendo Suecia. Más de 2.000 personas, entre civiles y militares, están involucradas en estas maniobras cuyo propósito es integrar y evaluar sistemas marítimos no tripulados de vanguardia.
Mientras que el bombardeo de los gasoductos Nord Stream resaltó la dificultad de la OTAN para disuadir y monitorizar amenazas submarinas, la presencia de barcos espías rusos cerca de infraestructuras clave de la OTAN ha exacerbado estas inquietudes.
Aunque el organismo no ha señalado oficialmente a Rusia como responsable de los ataques, el contexto geopolítico ha tensado las relaciones.
Uno de los principales focos de atención son los cables submarinos, vitales para la economía global. Estos transportan alrededor de $10 billones en transacciones financieras diarias y representan casi el 95% del tráfico de internet mundial.
Tras el incidente en Nord Stream, Wiermann, experto en seguridad, destacó la urgente necesidad de robustecer la vigilancia, señalando que “queremos tener el intercambio de información más rápido posible entre los actores porque si queremos detectar comportamientos sospechosos en tiempo real, tenemos que actuar muy rápidamente”.