24 de octubre de 2023
La liberación de Yocheved Lifshitz, rehén de Hamás, por parte de las Brigadas al Qasam, ha dejado al descubierto los horrores que vivió durante su secuestro. En unas declaraciones desde el hospital de Tel Aviv, donde se encuentra internada, Lifshitz relató cómo fue llevada en moto al enclave palestino y cómo fue lastimada por sus captores.
Visiblemente afectada y desorientada, Lifshitz, de 85 años, hizo un llamado para que todos los rehenes, más de 220, secuestrados por Hamás y otras milicias durante el ataque del 7 de octubre en Israel, sean liberados y puedan regresar a sus hogares. Durante una rueda de prensa en el centro médico Ichilov de Tel Aviv, la anciana narró cómo fue transportada en motocicleta con las piernas en un lado y la cabeza en otro, mientras sus secuestradores la golpeaban con palos. Además, Lifshitz reveló que sus captores le quitaron sus pertenencias, incluyendo su reloj y joyas.
Después de parte del trayecto en moto, fue obligada a caminar hasta llegar a un túnel para ingresar a la Franja de Gaza. La anciana describió la red de túneles de Hamás como una telaraña.
Finalmente, fue llevada a una sala grande donde se encontraban otros 25 secuestrados por Hamás, hasta que horas más tarde fue trasladada junto a otros cuatro rehenes a una habitación separada. En esta habitación, según Lifshitz, fueron "tratados bien" y recibieron comida y medicinas.
Lifshitz lamentó que la valla de seguridad que separa Gaza de Israel, que ha costado "2.000 millones", no haya servido para proteger a los israelíes. La liberación de Lifshitz y otra mujer israelí, Nurit Yitzhak, fue posible gracias a la mediación de Egipto y Catar, por lo que el portavoz de esa milicia, Abu Obeida, señaló como "razones humanitarias imperiosas y satisfactorias".
Sin embargo, los maridos de ambas mujeres, también secuestrados, siguen en manos de los islamistas. Los cuatro fueron raptados el 7 de octubre en sus casas por Hamás en el kibutz de Nir Oz, donde milicianos de Hamás mataron a miembros de esa comunidad.
El esposo de Lifshitz, Oded Lifshitz, es un conocido activista por la paz que ha ayudado a transportar a enfermos de cáncer en Gaza a hospitales israelíes para recibir tratamiento.